Asumiendo.

Suelo estar alegre. Pero esta semana ha sido dura. Bastante dura. Y mi alma llora.

Mis mejores momentos los he disfrutado en el trabajo y en el gimnasio, donde siempre soy inmensamente feliz.

Pero esta semana ha muerto la madre de una de mis amigas. Una persona que quiero muchísimo. Y me duele.

  
Quiero que pase el tiempo y que sus ojos vuelvan a brillar. Quiero verla sonreír. Porque la buena gente, no debería sentir la muerte tan de cerca.

Como soy positiva, no por instinto, sino por supervivencia, intento aferrarme a las cosas alegres; así que miro al rededor. Hago balance. Y, aunque «haberlas haylas», no hay tantas como otros años…

Mañana será otro día, y brillará el sol (hablo metafóricamente, porque a mi que brille el sol a más de 15° me amarga la existencia) y volveré a sonreír, pero hoy dadme una concesión. Necesito llorar, y revelarme contra esas cosas de la vida sobre las que no podemos luchar. Esas que hay que asumir y ya está.

Pues, aquí me quedo. Asumiéndolas… Y ya vendrán tiempos mejores.

Feliz fin de semana para todos.

MJ